A partir del 1 de enero de 2023, engañar a los consumidores con falsas rebajas de precios tanto en línea como en tiendas será cosa del pasado. Un vendedor ya no puede aumentar el precio de un producto o servicio durante un breve período de tiempo, luego bajar el precio y luego presentar falsamente este ‘precio-desde-por’ (van-voor-prijs) como una oferta o un descuento significativo.
Las nuevas reglas neerlandesas estipulan que el precio original del que se deduce el descuento (el «precio inicial») debe ser el precio más bajo cotizado por el vendedor 30 días antes de la oferta. La normativa se deriva de una decisión europea de utilizar este método de indicación de precios en toda la UE.
El gobierno ha optado por hacer uso de una excepción para sucesivas reducciones de precios en los Países Bajos. Por ejemplo, un descuento en una prenda que es primero del 20 %, luego del 30 % y luego del 50 %. El vendedor podrá seguir refiriéndose al precio por el que se anunció la primera reducción durante un máximo de tres meses.
También se excluyen los productos que llevan menos de 30 días en el mercado. Después de 30 días, la excepción del producto afectado caduca. El gobierno opta por esta excepción porque es beneficioso tanto para los vendedores como para los consumidores si se pueden ofrecer nuevos productos con descuento dentro de un período de 30 días.
También se excluyen los productos que se estropean rápidamente o tienen una vida útil limitada. A tal efecto, el vendedor podrá utilizar como ‘precio desde’ el precio que se aplicaba inmediatamente antes de la reducción del precio. Esto incluye alimentos perecederos como pescado, carne, productos lácteos, frutas y verduras frescas, que solo están disponibles durante unos días y cuyos precios pueden cambiar rápidamente. No es práctico para los vendedores rastrear el precio de estos durante ese tiempo. Además, desde el punto de vista de la sostenibilidad, es importante que las reglas de reducción de precios ayuden a prevenir el desperdicio de alimentos.
