Las zapatillas Vans, las eternas del skate y con algunos genes neerlandeses, se quedan huérfanas al morir uno de sus creadores más ilustres en Estados Unidos: Paul Van Doren.
Paul Van Doren fue descendiente de neerlandeses que emigraron a Estados Unidos en el siglo XVII, había trabajado en la industria del calzado en Boston durante varios años. Entonces fue cuando decidió crear su propia fábrica de zapatos en California con su hermano James y dos amigos.
La empresa Van Dorens Rubber Co. fue creada en 1966 en el condado de Orange. Esta era una zona llena de culturas juveniles como hippies y surfistas. La apertura de la tienda coincidió favorablemente con el auge del skate en California.
Fue un visionario, porque en aquel momento la gente prefería tener a los jóvenes alejados de los parques, pero Van Doren supo llegar a ellos preparando ajustes especiales en sus zapatillas y personalizaciones que nadie les hacía.
Más visionario fue aún, porque Van Doren también vendía zapatos individualmente, porque el calzado de la pierna dominante de un patinador necesitaba ser reemplazado antes. Adiós a un visionario y creador de múltiples modelos de zapatillas. Quien supo entender a la juventud y acercarse a ella.